jueves, 3 de marzo de 2016

La muerte de Nisman y su relación con la política de Obama hacia Medio Oriente


El martes 20 de enero de 2015, a pocos días de haber firmado el Pacto 5+1 con Irán, Obama anunciaba que “vetaría” cualquier sanción adicional contra ese país, por “atentar contra los avances en las negociaciones nucleares” y sobre otras cuestiones.

Un día después el propio Obama rechazaba la invitación que le había cursado el legislador republicano John Boehner al premier sionista Netanyahu para exponer en el congreso norteamericano acerca del "peligro iraní".

La nueva denuncia -acusando al gobierno argentino de pactar con Irán- que preparaba en esos días el fiscal Nisman marchaba en el mismo sentido que John Boehner y el ala sionista que pretendía boicotear las negociaciones entre yanquis e iraníes.

Por esa razón, en una nota que realizamos en El Trabajador nos preguntábamos: ¿No habrá sido Obama quien “vetó” definitivamente a Nisman?

Partiendo de esa pregunta, decíamos que “Para comprender las razones que provocaron el ascenso y la caída en desgracia del fiscal Nisman, había que analizar el contexto internacional y los roces y contradicciones entre dos de los estados que más influyen en los asuntos públicos de nuestro país: Estados Unidos e Israel.”

“La derrota militar de los yankys en Irak y la crisis económica pusieron al imperialismo a la defensiva, obligándolo a buscar aliados que reemplacen a los viejos líderes comunistas, con los cuales frenaron, desviaron y aplastaron todo tipo de insurrecciones y revoluciones durante años.”

“Para enfrentar los procesos de lucha que estallan en América Latina y Medio Oriente, comenzó a apoyarse en conducciones políticas de menor talla que los comunistas, pero con cierta influencia en sectores de vanguardia: el castrismo y los ayatollas iraníes”.

“Este acuerdo provocó enfrentamientos con el gobierno de Israel, que siente que se debilita su carácter de gendarme pro yanky de Medio Oriente; razón por la cual salió a boicotearlo, organizando provocaciones como la salvaje invasión a la Franja de Gaza.” 

“Una de las últimas bravatas sionistas consistió en derribar dentro de territorio sirio a un avión que llevaba a un altísimo militar iraní -el Brigadier General Mohammad Ali Allahdadi- asesinándolo junto a seis integrantes de la milicia chiita Hesbollah.”

“El ataque se produjo en simultáneo con la presentación de las “nuevas” pruebas de Nisman, acusando a Cristina por pactar con Irán el encubrimiento de la voladura de la AMIA. ¡Nisman siempre fue un agente leal de la embajada de Israel en Argentina!”

“No sabemos quiénes fueron los ejecutores materiales de su asesinato, pero sí que existen pistas más que suficientes para llegar a la verdad. ¡Y que el gobierno de Cristina nunca las investigará, ya que de hacerlo quedará envuelto en esta trama macabra!”

“Las acusaciones de Nisman no eran más que chicanas para sabotear las relaciones con Irán. ¡Cristina no profundizó la relación con los persas sólo para concretar algunos “negocios”, sino que avanzó en el mismo sentido que sus amos imperiales!”

“Lo que también sabemos es que, más allá de todos los muertos que se han tirado, ni el gobierno, ni los yankys, ni los iraníes están dispuestos a investigar a fondo lo sucedido en el edificio de la AMIA, que significó la muerte de decenas de personas inocentes.”

En ese marco, las presentaciones que está motorizando el gobierno de Macri, utilizando al ex agente de inteligencia Jaime Stiusso, responden al alineamiento del nuevo gobierno junto al ala sionista que pretende guerrear con Irán de la mano de un sector del Partido Republicano yanqui y el bloque de países petroleros del Golfo Árabe”.

Por eso, tampoco es casualidad que la reaparición de Stiusso y las acusaciones contra Irán, Quebracho, Cristina y compañía hayan sido hechas en sintonía con la declaración de “terrorista” a la organización libanesa pro iraní Hezbollah por parte de Arabia Saudi.

Como decíamos en la nota de referencia: “La única manera de alcanzar la verdad es hacer lo que proponen las organizaciones del Espacio Memoria, Verdad y Justicia: una Comisión Investigadora Independiente, que tenga acceso a todos los archivos de los servicios de inteligencia…”

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