sábado, 16 de junio de 2012

Lugo, asesino de campesinos y defensor de los terratenientes

Reproducimos la declaración del Partido de los Trabajadores (integrante de la Lit/CI) repudiando el asesinato de campesinos paraguayos que luchaban por sus tierras en un país donde el presidente gobierna para los latifundistas y grandes empresarios. Desde CS nos solidarizamos y llamamos a los partidos y organizaciones democráticas, socialistas, combativas y revolucionarias a marchar para exigir el juicio y castigo a los policías asesinos y a los responsables políticos y empresariales de estos crímenes.

Desde el Partido de los Trabajadores, repudiamos el desalojo llevado a cabo esta mañana en Curuguaty (Canindeyú) El gobierno de Lugo y los latifundistas son los responsables de la masacre de Curuguaty. Expresamos nuestra solidaridad con las familias de los fallecidos y de los heridos, que totalizan más de cien, responsabilizamos de esta masacre al gobierno del presidente Fernando Lugo por no avanzar un solo milímetro en la reforma agraria y reclamamos juicio y castigo a los responsables. 

Desde el Partido de los Trabajadores, repudiamos el desalojo llevado a cabo esta mañana en Curuguaty (Canindeyú), que finalizó con al menos 18 personas fallecidas, de las cuales 10 son campesinos sin tierras, que desesperados decidieron resistir, armas en mano, la represión policial. 

El violento desalojo se produjo a partir de las 08:00 de este viernes en una estancia de alrededor de 2.000 hectáreas que figuran como propiedad del empresario y ex senador colorado Blas N. Riquelme. Según denuncias formuladas hace ya unos años, Riquelme se habría apoderado ilegalmente de esas tierras durante la dictadura de la trilogía Stroessner-Partido Colorado-Fuerzas Armadas. Los campesinos, que ocuparon una pequeña parte de ese latifundio, sostienen que son terrenos públicos.

Los medios empresariales de comunicación y los gremios que aglutinan a los latifundistas, ganaderos y sojeros, responsabilizan al Poder Ejecutivo por ser “flojo” y hasta “cómplice” de los campesinos sintierra. 


Ésta es una falacia peligrosa, puesto que el gobierno de Lugo sólo hizo tibios amagues en relación a la entrega de tierras para la Reforma Agraria y realizó más desalojos que los gobiernos colorados anteriores. Este gobierno no tiene nada de cómplice de la lucha por la tierra, por el contrario, hoy, una vez más, apretó el gatillo contra familias campesinas.

Recuperación de tierras malhabidas: Una carnada para lograr apoyo

La recuperación de las tierras malhabidas fue la carnada que una y otra vez ofreció Lugo a las organizaciones campesinas para que éstas le apoyen. Ahora, posterior a la masacre, la única respuesta de Lugo fue ordenar a las FFAA a continuar y profundizar la represión mientras que su ministro del Interior, Carlos Filizzola afirmó haber actuado “… como la ley manda…” y envió “321 efectivos policiales” a efectuar el desalojo.

Manifestamos nuestro profundo pesar y solidaridad a los familiares de los compañeros campesinos muertos y a las familias de los heridos. En busca de un pedazo de tierra para cultivar y alimentar sus familias, terminaron siendo víctimas a la política del aparato estatal servil a la minoría propietaria. Creemos que la ocupación es un método legítimo y hasta hoy el más eficaz para la recuperación de tierras malhabidas.

Estamos ante una avanzada de represión hacia los movimientos campesinos generados por el absoluto servilismo y sumisión del gobierno de Lugo y toda la estructura estatal a la gran concentración de la tierra en manos de una minoría rica y prepotente al que son sometidas miles de familias campesinas empobrecidas.

Instamos a todas las organizaciones sociales y partidos que se dicen de izquierda a apoyar urgente a los heridos, a las familias y asociaciones campesinas desamparadas con la muerte de decenas de sus dirigentes y activistas. Proponemos una urgente unidad de acción entre todos para exigir justicia y castigo a los responsables materiales y políticos de la masacre.

Una batalla en la lucha por la tierra

La masacre de hoy es una batalla más de la guerra que viene librándose en el campo paraguayo desde hace décadas. Se cuentan más de 100 campesinos asesinados post dictadura. Esta guerra no terminará hasta cambiar radicalmente la distribución de las tierras en la que el 1% de los propietarios concentran más del 80% de las tierras.

Más que nunca debemos levantar las banderas de la Reforma Agraria Radical. Debemos destruir la actual estructura de tenencia de la tierra.
Si no hay reforma agraria, se registrarán muchas muertes más como derivación de la tragedia social y humana que afecta a miles de familias campesinas.

¡Exigimos el inmediato desmantelamiento del aparato represivo estatal y la derogación de la ley antiterrorista! ¡Basta de militarización, fuera las Fuerzas Armadas del campo! ¡NO al estado de excepción, juicio y castigo a los responsables!

Comité Ejecutivo
Partido de los Trabajadores – Paraguay
15-06-2012

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